PROFESIONALES FRUSTRADOS ¿ACASO ERES UNO?
En
la vida es normal hacer cosas que no nos gusta o no entretiene, pero una existe
una diferencia en hacer una actividad que no te gusta, y tener un oficio que no
te gusta. Este es uno de los problemas mayormente ignorados por la población
profesional, un problema que se inicia desde el momento en que somos
estudiantes, cuando no descubrimos nuestra propia vocación sino que seguimos
los que otras personas dicen, e incluso la idea de “trabajo perfecto” de
nuestros padres, y al final esto trae consecuencia a largo plazo que afectaran
nuestro rendimiento e incluso alterarán nuestro estado emocional, es por ello
que debemos seguir estos consejos:
- Escoge un oficio que te apasione
Busca
aquello que te apasiona y en lo cual tienes habilidades, eso permitirá un mayor
disfrute de tu trabajo.
- No todo es dinero
Ciertamente
todos queremos ganar mucho dinero con nuestro trabajo, pero eso no quiere decir
que debas escoger un oficio que te desagrade solo porque genera mayores
entradas, porque de igual forma no rendirás, simplemente demuestra tus
capacidades.
- No te dejes imponer ideas
A
veces los padres prefieres que su hijo sea exitoso a que se feliz, por lo cual
les obligan a hacer una determinada carrera aunque no sea del gusto de sus hijos,
los padres tienen el deber de orientar y guiar, pero son los propios hijos
quienes deben decidir.
- Se realista
A
veces las pasiones no van de acuerdo con la realidad, ni tampoco se tenga las
habilidades para asumir un oficio que nos guste es por ellos que siempre es
bueno tener un opción “B”.
- Capacítate en lo que te guste
Quizás
el oficia que te gusta no está en una universidad pero eso no quita que no
existan cursos y talleres que te permitan formarte profesionalmente.
He tenido muchos amigos con este caso, el padre ejerce una profesión y como le va bien quiere que el hijo siga el mismo camino aunque no le guste la carrera incluso se niegan a pagarle los estudios si no es en esa carrera especifica, es fuerte ver como un padre que en vez de apoyar y guiar a sus hijos, lo que hacen es herirlos emocionalmente.
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